Al respecto de las seguramente históricas elecciones de ayer (las vascas sobre todo y por irradiación de la política nacional las gallegas) cabe decir, de momento, poco más que eso, que van a suponer con mucha probabilidad un cambio de rumbo importante en la política a nivel nacional. Esta idea tan poco original es apenas lo único que se puede anunciar a estas alturas mientras en el País Vasco no se le dé forma a ese cambio. En esta comunidad hay distintas posibilidades que pasan por la resolución de complejas ecuaciones políticas con variables tanto a nivel local como nacional. En todo caso, en mi opinión, cualquier cambio que suponga una pérdida de influencia del nacionalismo imperante es una buena noticia. Y eso está prácticamente garantizado.
Por otra parte, una observación nada baladí pero poco oída hoy tiene que ver con un posible trasvase de votos de la izquierda abertzale al partido Aralar, que condena la violencia. Quién sabe si esto puede convertirse en algo que tendencialmente acabe por institucionalizar (dando por sentado que a partir de ahora el Estado velará por que nunca vuelvan a sentarse diputados abiertamente proterroristas en el Parlamento Vasco) a esa parte de la izquierda vasca.
En cuanto a Galicia el análisis más jugoso tiene que ver con Mariano Rajoy, al que la victoria de anoche le ha insuflado de nuevo un cierto grado de legitimidad interna que le escaseaba desde poco después del Congreso de Valencia.
En cualquier caso lo más importante es lo dicho sobre el País Vasco y en general sobre la derrota democrática que ayer sufrió el nacionalismo periférico en España.
Saludos
Todo cambio es a mejorr. Aunque en este caso, qué te voy a contar: mi más sincera enhorabuena a Galicia y a su gente, que se han dado cuenta que el imperio del derroche de Touriño no les llevaba a ninguna parte. Enhorabuena también al País Vasco, donde espero un gran pacto no nacionalista (que podría cambiar el curso de la historia reciente de España). Hoy voy a dormir un poco más tranquilo :).
ResponderEliminarDesde luego, Alfonso :)
ResponderEliminarCoincido completamente con Alfonso E.
ResponderEliminarLo único que no me gusta es que la imagen de Don Mariano haya salido reforzada. Bien es verdad que al deshacerse de determinadas personas el partido está más cohesionado, y que el papel de Doña Esperanza cada vez está más en un segundo plano, pero con esto se desvanece mi ilusión de un PP liderado por Gallardón y Rato...
debería gobernar el que gana. En Euskadi el PNV y en Jaén el PP. Eso de que los perdedores se unan... la izquierda contra la derecha... no es justo. Verás que chapuza como se alíen PP y PSOE sólo por desbancar al PNV. Deberia gobernar el PNV, me guste o no.
ResponderEliminarUn saludo